El pasado año se produjeron cerca de 306.000 reclamaciones fraudulentas al seguro. Esa fue la suma de siniestros simulados, inducidos e inventados, así como de los incidentes fortuitos en los que los perjuicios padecidos fueron exagerados.

Cuando se mide la huella del fraude el seguro automóviles se sitúa, de nuevo, claramente en cabeza. Concentra más de la mitad de los importes reclamados de manera ilícita.

Pondremos un caso al azar de tantos que nos llegan a los detectives españoles. ocurrió en Sevilla. Un mes después se registró un accidente similar en la misma provincia. En los dos siniestros se facilitó un idéntico teléfono de contacto.

Gracias a esto se descubrió la estafa en el tercer caso. Uno de los asegurados reaparecía, esta vez como lesionado en vez de conductor, junto a otras seis víctimas. Se descubrió que alguno de los miembros de la red había llegado a estar involucrado en 19 siniestros. Las falsas víctimas renunciaron a las indemnizaciones que reclamaban. Línea Directa analizó varios expedientes donde coincidía como reclamante un mismo abogado de Murcia. Las pesquisas permitieron descubrir cómo el letrado captaba a lesionados para hacerlos pasar por víctimas de accidentes de circulación, a las que representaba en los pleitos.

En esta tarea contaba con la colaboración de una clínica de rehabilitación que, en lugar de facturas, emitía albaranes falsos. Los implicados fueron denunciados ante la Guardia Civil. Esta investigación puso al descubierto las reclamaciones indebidas de ocho lesionados ficticios y logró un ahorro de 57.000 euros en indemnizaciones